La tensión entre Rusia y Ucrania persiste tras una cumbre internacional que, a pesar de ser considerada un primer paso hacia la paz, no logró avances diplomáticos significativos para poner fin al mayor conflicto en Europa desde la II Guerra Mundial.
La ausencia de Rusia y China en la conferencia de dos días celebrada en Suiza el fin de semana, junto con la decisión de algunos países clave, incluidos India, Arabia Saudí, Sudáfrica y México, de no suscribir el documento final el domingo, dejó la reunión con poco más que gestos de buena voluntad y promesas de continuar trabajando por la paz después de más de dos años de conflicto.
Mientras tanto, Ucrania, enfrentando escasez de municiones debido a los retrasos en las entregas de ayuda militar occidental prometida, se esfuerza por resistir los ataques rusos en las regiones orientales del país mientras espera una mejora en sus perspectivas. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, describió el resultado de la conferencia como «cercano a cero».
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski, buscando respaldo para su visión de un eventual acuerdo de paz, anunció que las reuniones internacionales entre asesores y ministros de gobierno continuarán las conversaciones y sentarán las bases para una segunda reunión.
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