El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se encuentra en un centro de detención tras ser arrestado el miércoles en una operación policial en su residencia. El arresto está relacionado con cargos de rebelión vinculados a su declaración de ley marcial el 3 de diciembre, que provocó una de las crisis políticas más graves en el país desde su democratización a finales de la década de 1980.
Las agencias de seguridad han solicitado una orden judicial para proceder con su arresto formal. La detención de Yoon fue inicialmente autorizada por una orden judicial válida hasta el viernes, pero ahora permanecerá bajo custodia mientras el tribunal de Seúl evalúa si prosigue con el arresto. Si el tribunal decide continuar, su detención podría extenderse hasta 20 días, tiempo durante el cual la fiscalía deberá presentar cargos formales.
El futuro de Yoon depende de la decisión del Tribunal Constitucional en las próximas semanas, que determinará si es destituido o reinstalado en su cargo.