Ambientalistas han cuestionado la instalación de más de mil cámaras trampa para monitorear supuestos pasos de fauna en el Tren Maya, señalando que la infraestructura actual no restituye los corredores biológicos. Según activistas que han inspeccionado el megaproyecto, lo que se presenta como pasos de fauna son en realidad drenajes transversales diseñados para prevenir inundaciones, y no cumplen con los requisitos para conectar adecuadamente los ecosistemas.
Guillermo DChristy, espeleólogo y defensor de la Selva Maya, criticó en redes sociales la licitación publicada por el Tren Maya y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para supervisar estas estructuras. DChristy destacó que, si realmente se busca restaurar los corredores biológicos, sería necesario retirar las mallas metálicas de los pasos elevados y construir infraestructuras específicas para especies como los primates. «No existe un solo paso de fauna diseñado para restituir la fragmentación del ecosistema», afirmó, señalando que las promesas iniciales del proyecto incluyeron renders con grandes puentes que nunca se materializaron.
El activista también subrayó que en áreas donde habitan monos araña no se han colocado pasos elevados, tal como lo detalla la licitación pública. Asimismo, explicó que para garantizar la funcionalidad de los corredores biológicos, sería necesario implementar estructuras con claros de al menos 60 metros de altura sobre los tramos elevados y las catenarias eléctricas.
Acompañando sus declaraciones con videos de recorridos en los tramos del Tren Maya, DChristy reiteró que los drenajes transversales no son una solución viable para mitigar el impacto ambiental del proyecto y pidió mayor compromiso para proteger la biodiversidad de la región.