El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de nominar a figuras clave para liderar su equipo financiero y administrativo en su próximo mandato. Entre las designaciones más destacadas se encuentra Scott Bessent, gestor de fondos de cobertura y defensor de la reducción del déficit, quien ha sido propuesto como secretario del Tesoro. Bessent, con vínculos cercanos a Wall Street, podría atraer respaldo bipartidista gracias a su experiencia en el sector financiero.
Trump también señaló a Russel Vought para encabezar la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca. Vought, quien desempeñó este cargo durante el primer mandato de Trump, es conocido por su postura conservadora y su participación en el Project 2025, un plan orientado a delinear las políticas de un segundo mandato. Durante la campaña, Vought intentó marcar cierta distancia de este proyecto, pero sigue siendo identificado como un republicano de línea dura.
En sus declaraciones, Trump elogió a ambos nominados. Sobre Bessent, afirmó que «ayudará a inaugurar una nueva Edad de Oro para Estados Unidos», mientras que de Vought destacó su capacidad para «desmantelar el Estado Profundo y detener la instrumentalización del gobierno».
Además de estos nombramientos, Trump reveló otras selecciones clave. La representante republicana Lori Chavez-DeRemer, de Oregón, ha sido nominada como secretaria del Trabajo. Por otro lado, Scott Turner, exjugador de fútbol americano y colaborador en su primera administración, fue propuesto como secretario de Vivienda.
Estas decisiones subrayan la estrategia de Trump para conformar un gabinete que refuerce sus prioridades financieras y administrativas, alineándose con sus objetivos para un eventual segundo mandato.