El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expresó su inconformidad con el informe preliminar emitido por la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre la elección judicial celebrada el 1 de junio, en el cual se desaconseja replicar este tipo de ejercicio en otras naciones de la región.
Mediante una nota diplomática dirigida a Alberto Radmin, secretario general de la OEA, la representación permanente de México ante el organismo manifestó su “firme rechazo” a varias de las recomendaciones incluidas en el informe de los observadores internacionales.
La Cancillería, encabezada por Juan Ramón de la Fuente, aseguró que la misión de observación electoral de la OEA excedió el alcance de sus atribuciones e incurrió en conductas que, según México, van en contra de los principios establecidos en la Carta de la Organización, particularmente del Artículo 3. Este artículo establece que cada Estado tiene el derecho de decidir libremente su sistema político, económico y social sin interferencias externas.
“El informe de la Misión pretende imponer criterios propios sobre cómo deben estructurarse los poderes judiciales en los países miembros, lo cual va más allá de su mandato. Tampoco corresponde a una misión de observación emitir valoraciones que exceden su función”, puntualizó la dependencia.
Asimismo, la SRE subrayó que, como el mismo informe de la OEA reconoce, la organización de la elección judicial y su desarrollo se llevaron a cabo conforme a lo establecido por la Constitución y la legislación electoral vigente en México.
Con esta postura, el gobierno mexicano reafirma su rechazo a cualquier intento de intervención en decisiones soberanas, especialmente en lo referente al diseño de su sistema judicial.